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El plástico biodegradable NO es la solución

Foto del escritor: Diana R.Diana R.

Actualizado: 7 mar 2020

Aclaremos primero los diferentes conceptos de los que voy a hablar porque, realmente, no estamos bien informados. ¿Sabes la diferencia entre biodegradable, compostable y bioplástico?



La palabra “biodegradable” hace referencia a los plásticos o productos que se descomponen en elementos químicos naturales por la acción del sol, el agua, las plantas, los animales o las bacterias (que se les conoce como agentes biológicos). Por lo tanto, no hay intervención humana. Estos plásticos pueden ser de origen vegetal, o bien petroquímico añadiéndole componentes para que se degraden.


También existe otro tipo de plástico, que es el “compostable”, el cual se puede descomponer con los residuos orgánicos. En este caso, sí que hay intervención humana porque tiene que degradarse bajo unas condiciones y un tiempo determinados.


Y, por último, están los “bioplásticos”, que se les caracteriza por ser renovables. Esto significa que provienen de algún componente orgánico renovable, como el almidón de maíz o la caña de azúcar. Los bioplásticos se pueden confundir fácilmente con los dos anteriores ya que estos acostumbran a ser biodegradables o compostables, pero no siempre tienen por qué.


Y te preguntarás, ¿dónde está el problema? Pues bien, el principal inconveniente es que, en el caso de que estos plásticos se degraden de forma natural, se descomponen en piezas muy pequeñas, que se conocen como los famosos microplásticos. Se encuentran en el mar, en los animales marinos y las aves, y hasta en el agua que bebemos. No te esperabas esta dosis de realidad, ehhh.


Como ves, aunque usemos estos plásticos pensando que no son nocivos, seguiremos utilizando estúpidamente productos de usar y tirar. Y, además, así no se disminuye la cantidad de plástico que hay que producir. Ahora es el momento de preguntarte… ¿y cuál es la solución?


¡OLVÍDATE DEL PLÁSTICO DE UN SOLO USO!


A ver, el plástico tampoco es el producto más peligroso del mundo porque es útil, está hecho para durar y además es barato. Pero en realidad, tiene un coste medioambiental carísimo. El problema es que lo usamos mal, lo hemos convertido en algo desechable, de un solo uso. La solución que está en nuestra mano es pasarse al bando de los productos reutilizables o sustituir el plástico por otros materiales. Por otra parte, el deber de las industrias es cambiar YA DE YA todo lo que se fabrica con plástico por material compostable, es decir, orgánico. Pero la vía que realmente puede cambiar las cosas es la EDUCACIÓN, aunque no sea la más rápida.

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