Sí, sí, has oído bien. Yo la primera vez que descubrí las bolsas 100% biodegradables fue gracias a una empresa originaria de Bali llamada Avani Eco. El biólogo indonesio Kevin Kumala, cofundador y CEO de la compañía, es el creador de una bolsa biodegradable hecha con almidón de yuca, resinas orgánicas y aceite vegetal. Y, al mantenerse en contacto con el agua, se disuelve sin dañar a las especies marinas. Es más, el biólogo recalca que puede convertirse en alimento para peces, compost e incluso puede ser lo suficientemente segura como para beberla. Además, la compañía lanzó la campaña “I am not plastic” para difundir este proyecto internacionalmente.
Su iniciativa nació debido a la gravedad del problema al que se enfrenta nuestro planeta: las bolsas de plástico convencional. El uso irracional de este material ha hecho que se formen enormes islas de basura en los océanos, causando la muerte tanto a animales marinos como terrestres. La ONU, en 2019, comunicó una alerta sobre su efecto contaminante en los océanos. Y con razón, porque su proceso de descomposición puede llegar a los 500 años. Sin embargo, esta bolsa hecha a base de yuca se degrada en menos de 100 días y es libre de toxinas. ¡Ah! Y se puede reciclar junto con el papel.
Bien, ahora me gustaría compartir mi opinión para hacerte REFLEXIONAR. Porque por mucho que las bolsas 100% biodegradables parezcan una revolución y la solución para erradicar el daño del plástico, no es así. Obviamente, sí que pienso que es un gran paso para disminuir la producción y el consumo masivo de bolsas de plástico, y también para concienciar a los ciudadanos sobre su peligro. Sin embargo, no coincido en pensar que esta es una forma de salvar la vida de millones de especies marinas por el hecho que las bolsas se conviertan en alimento al entrar en contacto con el agua, tal como indica Kevin Kumala. Los componentes de estas bolsas no son el alimento habitual para los animales marinos, aunque no sean tóxicos. Mejor te lo planteo de otra manera: es como si tú te alimentaras de la comida de tu mascota… es comestible, pero al final puede dañar tu organismo porque es una dieta totalmente diferente a la nuestra.
Otro inconveniente es que, al ser una bolsa biodegradable, los ciudadanos pueden adoptar una mentalidad pasiva y tirarla donde se les antoje pensando que no están causando ningún impacto negativo, cuando eso es falso. Porque como he dicho antes, esta bolsa puede tardar en degradarse alrededor de 100 años, un dato que no es revelado en la campaña publicitaria y la gente no conoce si no se informa personalmente.
Que te cobren las bolsas de plástico en los supermercados tampoco va a eliminar del todo este problema, ya que estás pagando por el mismo material contaminante. Sólo va a hacer cuestionarte si vale la pena comprarla o no por pagar esos céntimos de euro. Que bueno, algo es algo, pero sigue sin ser suficiente.
¿Quieres que te diga el mejor consejo? Pues ahí va…
Lo mejor es NO USAR BOLSAS DE PLÁSTICO, sean biodegradables o no, y sustituirlas por bolsas de otro material para que se pueda reutilizar y no desecharlas rápidamente. Bueno, cuando digo bolsas de plástico, también lo generalizo a todo tipo de plásticos, ya sean embalajes, botellas y un largo etcétera.
En fin… Es taaaaan grave el daño que puede hacer una simple bolsa de plástico que, para 2050, los científicos estiman que 12.000 millones de toneladas de residuos plásticos acabarán en basureros o en los océanos. ¿De verdad quieres vivir en un planeta así?
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